Durante los 40s, se espera que la persona haya realizado una trayectoria aceptable en su conocimiento y vida profesional, por lo que no se espera que sea usual un cambio o giro profesional.
Sin embargo, cada vez es más común recibir personas en entrevistas laborales con intensiones muy manifiestas de darle un cambio a las funciones, responsabilidades e industria en la que se han desenvuelto en los últimos 15 o 20 años de su vida.
Partiendo de esta situación, lo más importante sería definir los siguientes aspectos:
- Sea honesto con usted mismo y revise sus mejores cualidades, características y competencias.
- No tenga miedo de salir de su zona de confort, pero siempre calculando los riesgos de sus decisiones.
- En caso de tener un trabajo estable, la recomendación es ir combinándolo con sus verdaderas aspiraciones, para crear un nuevo camino profesional
- Es muy probable que tengas muy claro, lo que NO quieres desempeñar. Esta definición te llevará a enfocarte en las áreas que quisieras explorar por primera vez.
- Busca llevar cursos o carrera rápida que te permita tener nuevas herramientas.
- Cuando reflexiones sobre este cambio, se insistente contigo mismo para encontrar una oportunidad que realmente si te guste hacer.
- En caso de que no tengas suficiente formación o la que tienes está algo “oxidada”, busca la forma de refrescar conocimientos. Apúntate a cursos de especialización, preferiblemente que contengan prácticas. Para bajar el costo de esta inversión, puede buscar formaciones en internet que sean avaladas a nivel nacional.
- Puede realizar servicio de voluntariado en lugares y/o giros de negocio que sean compatibles con sus nuevas aspiraciones. Míralo como un hobbie.
- Otra alternativa es iniciar un negocio propio. Esto aplica en caso que se esté muy claro de lo que desea hacer. Hay sitios en internet en donde se asesora y enseña a muy bajo costo, nuevas herramientas para la creación del proyecto.
Podríamos resumir los puntos anteriores, con la respuesta de las siguientes preguntas:
-¿Qué quiero hacer? ¿A qué me quiero dedicar?
-¿En qué soy realmente bueno? ¿Qué aporto yo, qué no aportan otros?
-¿Para qué quiero hacer esto?
Si logras unir lo que te apasiona, lo que haces muy bien y el sentimiento de lo que realmente quieres hacer, podrás cambiar en un tiempo corto, el trabajo actual por el soñado.