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En el tejido empresarial, la gestión adecuada de los expedientes de las personas colaboradoras es una tarea fundamental que va más allá de la simple administración de documentos. Es un ejercicio delicado que implica salvaguardar información sensible y privada, asegurando la confidencialidad y cumpliendo con las regulaciones pertinentes de cada país y peculiaridad de la industria en la que se encuentre el empleador y las personas colaboradoras. Ya sea en formato físico o virtual, los empleadores tienen la responsabilidad de establecer prácticas seguras y éticas en la gestión de los expedientes de sus colaboradores.

Guardando Expedientes Físicos: La Importancia de la Organización y la Seguridad Física. Aunque el mundo digital avanza a pasos agigantados, muchos empleadores aún manejan expedientes en formato físico y la legislación laboral, sigue solicitando evidencia fidedigna de la entrega de estos a las personas colaboradoras. La organización juega un papel crucial en este escenario. Establecer un sistema de archivo claro y jerárquico facilita la rápida recuperación de documentos cuando es necesario, minimizando el riesgo de pérdida o acceso no autorizado.
La seguridad física también es un factor crítico. Los expedientes deben almacenarse en lugares seguros, preferiblemente en armarios cerrados con acceso restringido. Además, el control de acceso a las áreas donde se guardan los expedientes debe ser estricto para prevenir cualquier posibilidad de robo o mal uso.

Expedientes Virtuales: Seguridad en el Mundo Digital
Con la creciente digitalización, muchos empleadores optan por mantener expedientes en formato electrónico. La seguridad de la información se convierte en una prioridad máxima en este contexto, en donde debemos tomar en cuenta los siguientes aspectos:

  1. Acceso Seguro: Implementar sistemas de acceso seguro a los expedientes virtuales es esencial. Contraseñas robustas, autenticación de dos factores y restricciones de acceso basadas en roles son medidas efectivas para proteger la información.
  2. Encriptación de Datos: La encriptación de datos es una capa adicional de seguridad. Al almacenar expedientes en la nube o en servidores locales, la encriptación garantiza que incluso si se produce un acceso no autorizado, la información permanezca ilegible y protegida.
  3. Actualizaciones y Parches: Mantener los sistemas y software actualizados es clave. Las actualizaciones suelen abordar vulnerabilidades de seguridad, por lo que garantizar que el software esté al día ayuda a proteger la integridad de los expedientes virtuales.
  4. Respaldo Regular: La pérdida de datos es un riesgo inherente en el entorno digital. Realizar copias de seguridad periódicas asegura que, en caso de un fallo técnico o ciberataque, la información pueda recuperarse sin pérdidas significativas.

Normativas de Privacidad, Cumplimiento Legal y Cultura Organizacional
Independientemente del formato en que se almacenen los expedientes, es esencial cumplir con las normativas de privacidad y protección de datos. Con la creciente conciencia sobre la importancia de la privacidad, muchas jurisdicciones han implementado regulaciones estrictas como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) en la Unión Europea o la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA) en los Estados Unidos, de igual forma en Costa Rica, tenemos una ley que obliga al patrono a resguardar la información confidencial de toda persona colaboradora.
Los colaboradores deben familiarizarse con las regulaciones aplicables en su ubicación y garantizar que sus prácticas de gestión de expedientes estén en pleno cumplimiento. Esto no solo protege los derechos de privacidad de los colaboradores, sino que también evita posibles sanciones legales y daños a la reputación de la empresa.
Además de implementar medidas técnicas, es crucial fomentar una cultura de privacidad entre las personas colaboradoras. La formación regular sobre la importancia de la confidencialidad y la seguridad de la información sensata puede ayudar a prevenir brechas de seguridad causadas por errores humanos.
En última instancia, la gestión de expedientes de colaboradores no es solo una tarea administrativa, sino una responsabilidad ética y legal. Desde la organización de documentos físicos hasta la implementación de medidas de seguridad digital, cada paso contribuye a la protección de la información sensible. Al abordar este proceso con seriedad y compromiso, los empleadores no solo cumplen con las obligaciones legales, sino que también construyen la confianza y la lealtad de las personas colaboradoras al demostrar un compromiso genuino con la privacidad y la seguridad de la información.

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