El retraso en la jubilación puede tener tanto beneficios como desventajas para las organizaciones, dependiendo de varios factores.
Por un lado, si los empleados deciden retrasar su jubilación, esto puede permitir a las organizaciones retener a empleados con experiencia y habilidades valiosas por más tiempo, lo que puede ser beneficioso para la empresa. Los empleados mayores también pueden tener una ética de trabajo fuerte y una comprensión profunda de la cultura de la empresa, lo que les permite transmitir esta cultura a los empleados más jóvenes. Además, los empleados mayores pueden ser menos propensos a faltar al trabajo o cambiar de trabajo con frecuencia, lo que puede reducir los costos de reclutamiento y capacitación para las organizaciones.
Por otro lado, el retraso en la jubilación también puede tener desventajas para las organizaciones. Por ejemplo, los empleados mayores pueden tener mayores costos de atención médica y pueden requerir más tiempo libre para recuperarse de enfermedades y lesiones. Además, los empleados mayores pueden ser menos productivos que los empleados más jóvenes debido a la disminución de la capacidad física y cognitiva que a menudo acompaña al envejecimiento.
En general, el retraso en la jubilación puede ser beneficioso para las organizaciones si los empleados mayores tienen habilidades valiosas y una ética de trabajo fuerte. Sin embargo, si los empleados mayores tienen costos de atención médica y productividad reducida, el retraso en la jubilación puede ser una desventaja para las organizaciones.
